Mocre le da vida a criaturas fantásticas que parecen venir de un mundo futuro donde los animales se han vuelto poderosos. El espectador reconoce las figuras zoomorfas pero estas se transforman inmediatamente en seres extraordinarios que pertenecen a un orden diferente; adueñados de la tecnología que ya no está al servicio del Hombre. Conforman, así, un reino de nuevas especies que cobran vida a través de diferentes técnicas, que van desde la pintura con acrílico o aerosol, pasando por el grabado en linóleo y la ilustración digital, hasta la creación de instalaciones. De esta manera las posibilidades se tornan infinitas pues para el artista experimentar va de la mano con la creación.
La temática de su obra gira en torno a los animales extintos y en peligro de extinción. Además, viene trabajando en los efectos que, sobre la fauna, tienen las catástrofes producidas por errores humanos, como Chernóbil y Fukushima. Es de allí de donde nacen estos súper animales, que resurgen de las cenizas y que Mocre plasma tanto en pequeños como en grandes formatos. Estos seres ganan en intensidad y se vuelven más reales gracias al uso de colores sólidos, que crean figuras volumétricas, así como al uso de algunos degradados sutiles. En sus creaciones coexisten ensambles de texturas orgánicas y geométricas. Esta fusión geometricoorgánica pretende plantear una coexistencia equilibrada entre tecnología y naturaleza, de tal forma que la primera muestre respeto por la segunda.
Sin duda, su trabajo se ubica en el ámbito de la ciencia ficción, pero no por ello deja de incluir detalles muy personales como las líneas segmentadas que emulan costuras de tela, con las cuales recuerda cariñosamente a su madre, quien era modista. Reaparecen en sus piezas elementos que recuerdan los robots y comics de su infancia, al mismo tiempo que su mensaje de “preservación de la naturaleza”, toma fuerza. Se desarrolla así una diálogo entre pasado y futuro que es una constante y abarca la obra del artista en diferentes aspectos.
Al igual que su reino en plena metamorfosis, Mocre transita la vida y se transforma en un espacio sin límites donde cualquier cosa puede inspirarlo, un dato histórico, la noticia de algún descubrimiento científico o la experiencia de convivir con un animal. En su primera exposición llamada Animal Remaster, término que en la música se refiere a hacer una restauración, le devolvió la vida a especies extintas como el jambato negro, el pirineos ibex, el oso mexicano, entre otras.
Más recientemente, Mocre se ha acercado al ambystoma mexicanum, quien lo maravilló con su extraordinaria capacidad de regeneración. Este extraño ser es endémico de su ciudad natal y hoy se encuentra en peligro de extinción. Es además, una de las representaciones del dios Xólotl, hermano gemelo de Quetzalcóatl. Se trata del señor del inframundo quien posee el poder de la transformación y que ha llegado para marcarle nuevos rumbos al artista. Le ha permitido el reencuentro con su propia cultura por un lado, y por el otro le ha reforzado el deseo de contribuir, con su arte, a la preservación de las especies, que si a ver vamos es también la preservación de su historia.
Esther Marcano (Mayo 2017)